LA MIRADA DEL VAMPIR
No es drácula solamente. En todos los tiempos, de las islas griegas a Haití, de Ceilán a Transilvana, las tradiciones hablan de muertos vivientes que se pasean entre los humanos para chuparles la vida o ofrecerles la eternidad. El mito del vampiro es universal y eterno. A veces el signo del mal. A veces es la metáfora de la soledad y de la infelicidad: aquel que mata todo aquello que quiere, todo aquello que toca. A veces, el vampiro es el habitante del otro mundo que está camuflado y oculto en nuestro interior.