LA MATERNIDAD ES UNA AVENTURA CON SABOR A CHOCOLATE
Cada día, cuando me despierto, pienso en el día ajetreado que me espera y todo lo que tengo que hacer, y volvería a cerrar los ojos y a meterme en la cama y pensar que es un sueño, que es sábado y que no existe despertador, pero en ese preciso instante el maldito tititititi de mi despertador me devuelve a la realidad y debo levantarme para ducharme, hacer la cama, escoger que me pongo y arreglarme. Y todo en media hora, porque después me toca levantar al peque y animarle a que también haga su rutina en tiempo récord. Cada día es igual, rapidez, y locura, pero el momento más dulce, y que me gustaría poder repetir siempre no es el de quedarme en la cama cinco minutos más, que también, pero no es el más importante, porque es el momento que no cambio por nada del mundo es el de entrar a despertar a mi hijo, y susurrarle al oído que ya toca levantarse, al mismo tiempo que le lleno de besos, le acaricio la cabeza y me aprovecho de poder hacerle mimos, porque duerme como un bebé, aunque ya es pre-adolescente. Este momento mágico es uno de los muchos que te llenan y que para una que es madre, como yo, le da la vitalidad y la energía necesaria para empezar el día con una sonrisa.
Ser madre no es fácil, y se pasan muchos baches, pero estos pequeños momentos especiales que puedes vivir con tus hijos, borran todos esos baches del camino. La maternidad es una aventura, pero compensa a pesar de que haya días en que pienses que el tema conciliación es imposible y que vas a tirar la toalla. Hay momentos de histeria, es verdad, pero si los recuerdas con una sonrisa y en familia, se pasa página rápido, porque la vida es corta y hay que vivirla con intensidad. Y los niños ayudan a que todo sea tan intenso que muchas veces parece que todo va a explotar pero con calma y comprensión, no siempre estalla, o explosiona poquito, y todo se reconduce para que cada instante sea irrepetible. Con el libro PEQUEÑAS IDEAS PARA ANTES DE SER MAMA publicado por Maeva, recordarás lo que has pasado si ya eres mami, y si no lo eres, podrás prepararte para lo mejor y lo peor, pero eso sí, siempre con una sonrisa con sabor a bombón de chocolate. Es la aventura más dulce, y hay que saber disfrutarla. Con este libro podrás reír, compartir y aprender. Ideal para todas las expertas para no olvidar, y el mejor regalo para las primerizas para saber.
“La maternidad es el trabajo más exigente y difícil del mundo… Pero también el más gratificante. ¡Disfrútala!”