¿TE GUSTO?
Un buen amigo siempre me ha dicho que no se puede gustar a todo el mundo, frase obvia y lógica, además de inteligente. Sin embargo, los seres humanos tenemos tendencia a querer gustar, a querer ser aceptados. Me impactó mucho un artículo del sábado en La Vanguardia donde una chica, como trabajo de fin de curso, confesó haber sufrido bullying en silencio, era realmente alucinante leerlo, y en definitiva su caso particular era no ser aceptada. No todos los casos son iguales, por supuesto, y se debe analizar por separado, pero ella quería ser aceptada, y por ser gordita y un poco ‘rara’, introvertida, no lo era. Sufrir el no gustar a todo el mundo, es una cosa, porque conlleva que la mayoría te acepta, pero ser rechazado por la gran mayoría, verte excluido, es otra. Deberíamos cuidar más estos aspectos en nuestro día a día, en nuestro círculo de trabajo, amigos y familia. Me gusta pensar que todo el mundo puede tener una parte buena, estoy segura, y también estoy segura que todos tenemos partes oscuras, sombras, pero sacar la parte positiva de cada uno, sería otro de los retos para esta temporada. La comunicación se está perdiendo y la gente detrás de las redes sociales está perdiendo el contacto humano, que si no cultivamos, pronto no sabremos cómo relacionarnos cara a cara con alguien, y esto roza lo peligroso. Es mucho más fácil decir las cosas por escrito, que en una conversación, y hemos de romper una lanza para que volvamos a saber sentarnos alrededor de una mesa y hablar de lo que sea, siempre con respeto y educación, que últimamente parece que la gente también ha olvidado un poco estas facetas. No os creáis que no necesitamos de la gente, de nuestra gente, creo que justo es al revés, necesitas más, pero de esa gente que realmente quiera escuchar, que sepa cuando necesitas un abrazo y que te lo dé, y además intente siempre poder entenderte.