Blog de Bruno

Últimamente parece que sólo haya un tema en la calle, en la televisión y en todas partes la famosa “Crisis”, sin embargo yo no quiero dedicarle un blog a algo tan poco original y cansino, pero es verdad que a raíz de este declive financiero me he dado cuenta que la gente está perdiendo los valores. Sé que no es a raíz de la crisis que pasa esto, ya que lamentablemente es un enfermedad de nuestra sociedad, que va a más, pero creo que la crisis incrementa el miedo y la gente, o se paraliza, o se pone en marcha el chip de la supervivencia y por tanto en muchas ocasiones desembocamos al egoísmo, al pensar en uno mismo solamente sin dar importancia a cosas tan básicas como la palabra, el compromiso o la honestidad.

Me han pasado pequeñas cosas últimamente que me han decepcionado. No entiendo, porque no es mi manera de ver la vida, que la gente por poder, éxito o dinero pueda faltar a algo tan importante como es el compromiso. Por tanto desde el blog quiero animar a los que nos dedicáis un minuto de lectura que no perdamos el positivismo, que la crisis no nos haga perder la sonrisa y que sobretodo que nos ayudemos a mantener los valores. Podría recomendaros muchos libros en esta línea, pero para variar os recomiendo una película, SMULDOG MILLONAIRE, y estoy segura que a la salida del cine sabréis porque.

BRUNO

Hace días que no cuento nada en el blog, y la verdad es que ha sido culpa de meterme en el Facebook, esta nueva red comunicativa que te atrapa y casi no deja tiempo para otras cosas, y por eso he decidido volver al blog , aunque sea para incitaros a meteros en el Facebook, y desde aquí poder explicaros que estamos haciendo un ranking con todos los autores de la agencia para votar el mejor libro del 2008 y así recomendarlo a mis muchos amigos de ese cuadro virtual, una manera como otra de dar buen uso a esta herramienta. Además, esta semana es la “semana negra de Barcelona” con muchísimos actos para que este género vaya ganando terreno, que ya lo ha hecho, y la verdad es que me gustaría destacar el buen trabajo realizado por Paco Camarasa y su gran librería, pero no de hoy de hace ya años, y que creo que tienen mucho que ver con el éxito que esta adquiriendo el género, sin olvidarnos de lo bueno que ha aportado Larson, por supuesto.  Lo que es verdad,  es que el “negro” crece y se ha ido imponiendo haciéndose un lugar al lado del thriller histórico, que según mi modesta opinión ya va de baja. ¿Qué buscarán los editores si lo histórico ya no tira como hasta ahora y en el terreno juvenil la “Fantasy” también ha aflojado?. Esto es a lo que debemos estar atentos, porque se intuye un cambio de moda y debemos estar despiertos para orientar el barco hacía un lugar u otro. De todas maneras, la siempre literatura en Mayúsculas, es en definitiva, la que no se encuadra dentro de nada, que  sigue su camino, lento pero seguro.

Ya ha pasado nuestro primer gran reto, la feria de Frankfurt, y debo confesaros que aunque las veo agotadas, las tres personas de la agencia que se han traslado a la feria para mover nuestros libros han puesto toda la carne en el asador, como los humanos soléis decir. Yo también he viajo con ellas, escondido en cualquier lugar donde nadie pudiera verme para anotar en secreto lo que allí ocurría. Ha sido una feria buena para la agencia, a pesar de la crisis, y la verdad es que traemos grandes proyectos para acabar de rematar desde aquí, además de algunos contratos ya cerrados en la feria que nos han hecho mucha ilusión. Lo bueno, creo yo, es que cada vez tenemos más presencia en las ferias internacionales y vemos a más gente, grandes y pequeños, que se interesan mucho por nuestros autores. Es un trabajo duro, para ir siguiendo muy de cerca, pero tenemos las ganas y el equipo para hacerlo, así que estamos preparados para hacer el mejor Follow up de la historia!!!!.

BRUNO

Hola Bruno

Soy Tina, ¿te acuerdas de mí? Nos conocimos hace tiempo, en Alejandría, tu estabas cubierto de polvo buscando indicios o restos de la antigua biblioteca  más grande del mundo y yo iba sucia, despeinada y cansada después de hacer un descenso al río Nilo. A menudo recuerdo nuestras conversaciones, en esa preciosa, sombreada y tranquila terraza del café donde nuestros caminos se cruzaron, tu querías regresar al pasado para poder ver y roer los libros de esa biblioteca y yo para conocer a Alejandro Magno y subirme a lo alto del Faro de Alejandría, una de las 7 maravillas que más me fascina.

Me alegra saber que  no te ha abandonado tu espíritu de aventura, que sigues buscando nuevos retos,  que no te das por vencido por muy difíciles que nos digan que las cosas se van a poner.

Yo intento hacer lo mismo, En Abril estuve en el Everest, conocí a una niña Nepalí preciosa que me enseñó a buscar al Yeti y a rezar con banderas de oración Budistas, y luego salí pitando hacia la Antártica, allí Björn, un niño de la base científica Noruega me enseñó a recoger muestras de nieve para analizarlas, vi un planeta aun en estado puro que se derretirá si no vamos con cuidado. Hace unos días regresé del Aconcagua, de allí me traje la amistad de Lucho, un niño que llegará muy lejos como arqueólogo. Y ahora estoy preparando mi próxima expedición al Kilimanjaro, en Tanzania, un país con contrastes que voy a disfrutar mucho.

Tan solo te escribía para desearte suerte en tu próxima aventura, sé que en unos días te vas a Frankfurt, no olvides de seguir esa brújula que llevas dentro y disfrutar de todo lo que te pase…. pero bueno todo eso tu ya lo sabes.

Un beso

Tina

Para mí, el libro ideal sería como el café donde transcurre El mejor lugar del mundo es aquí mismo. Aparece de pronto en tu camino de todos los días, pero tienes nada más verlo la impresión de no haber estado nunca allí. Curioseas desde fuera, pero no es suficiente: si quieres saber qué esconden sus cristales polvorientos tendrás que empujar la puerta de entrada. Te decides a hacerlo, te sientas a una de las mesas, observas. Es un lugar extraño, decadente, en el que sin embargo te sientes a resguardo del frío exterior. Hay pequeños detalles que te emocionan, palabras que de pronto te arrancan una sonrisa, personajes surgidos de otro mundo que te cuentan historias mágicas al alcance de tu mano. También hay un viaje. Al principio parece un recorrido en el espacio, una búsqueda frenética por la ciudad, jalonada de descubrimientos, pero pronto descubres que no: el viaje era hacia dentro. Y ya no hay vuelta atrás. Como siempre que se alcanza una meta realmente importante.

La noche en que se nos ocurrió la historia de esta fábula moderna, Francesc Miralles y yo caminábamos por el barrio de Gracia, de Barcelona. Hacía algunos meses que pensábamos en la posibilidad de escribir algo a cuatro manos, y barajábamos las primeras ideas. De pronto, él dio un nombre: Iris. Y otro: Luca. Ya no éramos dos, sino cuatro. Los dos protagonistas de nuestra historia, aún sin esbozar, y nosotros mismos, caminando juntos por las calles semidesiertas. Fue el principio de lo que ahora termina, felizmente, con la publicación del libro, y me gusta recordarlo porque en el inicio de una historia hermosa siempre hay magia, como la hay en las mesas del café de la novela. Tal vez fue Luca, más locuaz, quien nos fue dictando las diferentes escenas de una historia que cobró forma a toda velocidad, como si ya existiera en alguna parte. En un trayecto de unos veinticinco minutos, la trama estaba casi terminada. El desenlace llegó cinco segundos antes de la despedida, y recuerdo un cierto sobresalto compartido al descubrirlo. Una emoción.

Hemos contado, pues, la historia de Iris y Luca. La historia de un café que cambia a las personas que entran en él. Como los buenos libros, de hecho. Como la vida. Si alguien me preguntara en este instante cuál es el mejor lugar del mundo, diría sin dudarlo: La amistad.