El tiempo lo cura todo
No sé muy bien si estar de acuerdo con este titular que yo misma he puesto en el blog, ya que la semana pasada que cumplí un año más, veo cosas que cada vez me gustan menos. Es verdad que no estamos en el mejor momento de nuestras vidas, con el tema de la crisis ya tan gastado, pero veo que la gente está muy quemada, no se paran a pensar las cosas antes de decirlas y aprovechan cualquier momento para pisotear al de al lado, si pueden, incluso que éste comparta nuestro mismo barco, y eso me decepciona muchísimo.
Yo sigo creyendo, quizás sea una utopía, en un mundo donde el diálogo gane a la fuerza, donde la honestidad, la responsabilidad y el trabajo sean premiados, y donde la ilusión no se pierda nunca, porque sin ella, somos grises. La gente aprecia el esfuerzo, el trabajo bien hecho que no tiene fronteras cuando se habla del Barça y la filosofía Guardiola, a quien ya sabéis que admiro profundamente, pero cuando debemos mirar lo que hace el que tenemos cerca, siempre criticamos antes de pensar.
Por eso, me da un placer enorme poder recomendar el libro de Borja Vilaseca, autor y amigo, que va a salir el día 6 de Abril publicado por Temas de Hoy, y que se titula EL PRINCIPITO SE PONE LA CORBATA. No es un libro sólo para los ejecutivos, es un libro para todo el mundo, donde aprender a ser mejor persona es básico en la vida para poder tirar adelante con todo lo demás. Debo sacarme el sombrero, el mismo que EL PRINCIPITO dibujaba en su historia, frente al trabajo de un joven autor que sé que va a triunfar en este mundo de las letras, pero que ya está triunfando en la vida y en la manera de ver el mundo.
No es menos el libro de Rafael Vallbona, otro de mis autores a quien considero amigo, y que acaba de publicar L’ENCANT DE FER 50 ANYS, publicado por Edicions 62 y que su visión del mundo desde esta perspectiva es tan ácida como tierna, y considero que no sólo los de su generación deberían ser los compradores de este magnífico título.
La vida con la edad se ve diferente y esto está clarísimo, pero lo más importante es ser consciente que el mundo real no es quizás tan bonito como te lo habían pintado de niño, mi padre siempre nos decía que no quería que nos hiciéramos mayores porque no podría “escondernos” o matizar las cosas que nos causaran dolor o tristeza, pero como esto es inevitable, lo mejor es crecer siendo feliz, como ha sido nuestro caso, y pensando que con los buenos valores, apartando el ego personal, y trabajando en equipo podemos conseguir pintar el mundo cada día de un color distinto.