Lo mejor de cada uno
El mundo de la tele es tan apasionante como peligroso. A nadie le gusta ver programas comerciales, pero después son los que tienen más audiencia contra los documentales de animales que a todos parecen encantar. Yo confieso que en lo que se refiere a la televisión soy consumidora comercial, quiero que la tele me desconecte y por tanto me encantan las series, pero también algunos programas llamados “freaks” como el recién estrenado de nuevo, Operación Triunfo, en el que el objetivo es crear una estrella que tenga buena voz, pero para que la cosa tenga más gancho se las inventan todas y este año ha entrado a concurso una chica invidente, y cada alumno sigue un estereotipo, creo yo, casi hecho a medida para abarcar a diferentes públicos. Es lógico que quieran llegar a la máxima audiencia, no está mal hecho, aunque pienso que este tipo de programa, con un fondo bueno, se ha adaptado demasiado a la moda, perdiendo así la esencia del mismo, como tuvo el primer OT. No importaba que fueran guapos o feos, que tuvieran acento o que fueran gordos, lo importante era su voz y su actitud. Premiaban el esfuerzo y el trabajo sin importarles otras cosas y eso fue, según mi modo de ver, lo AUTÉNTICO.
No creo que importe la imagen, si tienes buena voz, ya que la imagen se puede pulir siempre, lo hemos visto en muchas ocasiones, en películas, en series, incluso con la primera ganadora del programa mencionado, y si el cambio no es impuesto sino porque uno mismo quiere verse mejor es siempre positivo, el problema es cuando te vetan hacer algo por cómo eres por fuera sin valorar las aptitudes y actitudes. Es normal que un artista guapo o guapa venda más y tenga más éxito, pero las personas deberíamos valorarlas por lo que son y no por lo que aparentan. Esa filosofía es la válida, dejar entender a la gente que si lucha por lo que quiere puede conseguirlo, si tiene las actitudes para hacerlo. Con esfuerzo y dedicación se consiguen muchas cosas, pero para según qué profesiones tienes que tener algo más que eso. A mí me encantaría cantar pero lo hago francamente mal, así que a lo único que puedo aspirar es a aprender la técnica para no desafinar pero nunca pretender ser una estrella. Pues igual pasa a los escritores, todo el mundo puede escribir, pero no todos pueden llegar a ser el bestseller del año, y muchos ni a publicar, por eso esta profesión es así de dura, porque hay demasiados matices y subjetividades que nadie puede controlar, y no siempre lo mejor es lo que vende, desafortunadamente.
Mi recomendación para esta semana es para LA GRAMÁTICA DEL AMOR, la primera novela de Rocío Carmona, que publica en catalán y castellano La Galera, y que no podéis dejar de regalar a alguien que queréis. La primera cita puede ser hoy mismo, pero tenemos San Valentín, el día del padre, de la madre, Sant Jordi, y cualquier día de la semana es bueno para decir a alguien que LE AMAS, así que no lo dudes y puedes ya encontrarlo en librerías la semana que viene y empezar con buen pie el mes del amor.