NADA ES IMPOSIBLE
La vuelta al cole nunca ha sido fácil, al menos para mí, es verdad que tenía ganas de reencontrarme con los amigos del colegio y quizás recuperar algo la rutina, pero cuando empezaban a salir en la tele los anuncios de El Corte Inglés reconozco que algo de mal rollo se me pasaba por la mente, junto con los buenos recuerdos del verano, en el que había tenido tiempo para todo, hasta para aburrirme, y sin tener “obligaciones”, la única era a qué hora quedábamos con los amigos para ir a comer pipas al paseo, cerca de la playa. Todo eso superaba con creces las ganas de volver, pero mi padre siempre me decía una frase mágica: “para que las cosas buenas, como el verano, vuelvan a empezar, primero tienen que terminar”. No sé por qué pero esa frase, como muchas otras de mi padre, siempre me han ayudado a reponerme y a ver la otra cara de la moneda.
Imaginaros que si de pequeña ya era complicado eso de la vuelta, cuando la vida, en realidad todavía no lo es, imaginaros de mayor. La vuelta no es difícil, es mucho más que eso, porque el ritmo que llevamos durante el año es tan trepidante que hasta me da pavor pensar en volver a entrar en esa rutina avasalladora. Sin embargo, la parte buena de ser adulto es que sabes que no hay otro camino y que la vuelta se ha de asumir, por tanto hay que liarse la manta a la cabeza y ver la parte positiva.
Confieso, además, que como cuando era pequeña, hay un punto de ilusión en el inicio del nuevo curso al pensar en los proyectos que nos esperan, en lo que nos deparará el trimestre y, sobre todo, en la suerte de poder volver a trabajar y a trabajar en algo que te gusta, soy una privilegiada, en un momento que la cosa no está fácil para nadie. Así que debemos volver con muchas ganas, ánimo y con pilas renovadas. Guardar los buenos recuerdos del verano y afrontar el otoño de manera optimista, con una sonrisa y ver todo lo positivo que tiene el poder volver a empezar. Siempre he pensado que el refranero español es sabio y hay uno que dice: EL QUE QUIERE, PUEDE, así que cambiemos el chip y vayamos a trabajar con ganas de conseguir cosas, con ganas de ponernos metas asequibles que nos hagan disfrutar del camino y compartirlas con los compañeros de barco. Hay que ser emprendedor y luchar por lo que uno quiere, porque como bien dice Xavier Gabriel en su magnífico libro, que publicará Alienta el próximo día 13 de Septiembre y que tenemos el gusto de representar, NADA ES IMPOSIBLE. Este libro explica su experiencia como emprendedor, pero va dirigido a todos los públicos porque ser emprendedor no sólo significa poner un negocio, sino creer en las cosas y proponérselas para conseguirlas por muy raras e, incluso, imposibles que parezcan, así que mi recomendación para empezar el curso es NADA ES IMPOSIBLE, y estoy segura que ayudará a muchos a ver las cosas desde otra perspectiva, realista pero a la vez fantástica, tanto como viajar hasta la luna. ¡Feliz reentré!