UN CRIMEN INCÓMODO
En una Barcelona en la que los especuladores inmobiliarios campan a sus anchas y las instituciones parecen más preocupadas por querer enterrar definitivamente algunos episodios de la historia más reciente, lo que en apariencia no es más que un crimen absurdo: la muerte de un anciano apuñalado por la espalda, acabará por convertirse en una auténtica pesadilla para el inspector Óscar Vidal de la Brigada de Homicidios. Sobre todo cuando en el transcurso de la investigación empiezan a surgir algunos fantasmas del pasado; una inesperada esposa, cuarenta años más joven que la víctima, o el sospechoso principal del caso desaparece entre el enjambre de callejuelas llenas de bares dominicanos, carnicerías islámicas y locutorios telefónicos, regentados por latinoamericanos. Óscar Vidal, que no está pasando por el mejor momento de su vida, para resolver el caso se verá obligado a enfrentarse con sus propios perjuicios y descubrir algunas cosas sobre sí mismo, que sin duda habría preferido no descubrir jamás. Y es que en una ciudad que cada año recibe más inmigrantes y turistas, y donde en las prisiones el cincuenta y cinco por ciento de los reclusos son extranjeros, parece inevitable que en algunos barrios exista un cierto clima de crispación y la gente desconfíe de los inmigrantes.