Esta semana os escribo desde Londres, una ciudad que cada vez que vengo me gusta más. Fue la primera ciudad a la que viajé sola, para hacer prácticas en la agencia Blake Friedmann con tan solo 19 años y, la verdad es que fue toda una experiencia que me ayudó, aunque a los diecinueve no lo veía así y no imaginaba que llegaría hasta donde estoy. Me hizo crecer de golpe, salir de la zona de confort y espabilarme. Sentí miedo, pero tenía que hacerlo para mejorar el inglés y poder viajar a Frankfurt, mi primera feria del libro, en el año 1993. Fue intenso, eche de menos a mi familia, mis amigos, pero no me arrepiento y, con la distancia, veo que hay momentos en la vida que debes superar retos y ese fue uno de ellos.

Hoy, lamentablemente, Carole Blake ya no está entre nosotros, pero siempre le estaré agradecida de haberme acogido tan bien, y de haber podido ver en directo el trabajo de una agencia literaria de otro país. El mundo literario es apasionante, pero difícil, y las agencias tienen un papel complicado dentro del engranaje. Cada vez que pasan los años entiendo mucho mejor según qué actitudes de mis predecesoras porque el camino no es plano, y se necesita un carácter especial para hacerlo y, un poco de magia, os lo aseguro. He tenido la suerte de poder conocer a muchas y diferentes agentes de quién aprender y, todavía queda mucho por hacer y magia por descubrir.

Esta semana os dejo el enlace de nuestro catálogo de la feria de Londres con todas las novedades que creemos que pueden viajar más fácilmente a otros países. Como siempre, el equipo de venta va con muchas ganas e ilusión de poder conseguir cuantas más traducciones mejor, así que energía positiva a tope y a vivir una feria más con una sonrisa para poder cumplir esos sueños. Y, con el lema: «Hay un libro para cada editor y un editor para cada libro”. Nuestra misión es que se encuentren y unirlos. La magia la llevamos en los bolsillos y nos acompaña.

¡Buena Feria a todos!