Blog de Bruno

Las historias de amor siempre gustan. Es un género que ha triunfado siempre y en cualquier formato. Por esta razón la novela de Laila Karrouch, QUE AL·LÀ EM PERDONI publicada por Columna Ediciones, tiene ya uno de los factores importantes para triunfar: una gran historia de amor entre Jordi y Samira. Ella, musulmana, pero criada en Cataluña, con un padre muy creyente, pero de mente abierta, que quería alejarla de las tradiciones más rígidas que viven las mujeres en Marruecos. Él, ateo, se enamora profundamente de ella, en su primer año de carrera. Aparentemente estas relaciones entre dos culturas distintas ya están aceptadas en nuestra sociedad, pero lo que no se acepta de ninguna manera en la cultura de Samira es que él sea ateo, y no crea en ningún dios. Samira sabe que, ni su padre, de mente más abierta que otros, lo aceptaría, así como el entorno de Jordi tampoco entiende cómo ha podido enamorarse de una chica que, a pesar de estar integrada en Cataluña, sigue las tradiciones musulmanas y va con un pañuelo en la cabeza. Ambos tienen que enfrentarse a sus sentimientos y tomar decisiones, que para ninguno serán fáciles.
 
De una manera valiente, Laila pone por primera vez encima de la mesa el tema del amor entre una persona musulmana y un ateo. En este Romeo y Julieta del siglo XXI, donde Samira y Jordi deberán luchar contra algo muy contundente: LAS CREENCIAS.

El libro que hoy recomiendo me hace especial ilusión porque después del éxito internacional de IKIGAI, sus autores Francesc Miralles y Héctor García se han animado con un libro para aquellos adolescentes que necesitan respuestas, para aquellos padres que necesitamos saber cómo aportar estas respuestas y para aquellos educadores o pedagogos que necesitan herramientas para poder acompañarlos. Un libro corto, claro y bonito, a la vez que útil. En un momento como el que estamos viviendo, este libro tiene más sentido que nunca. La incertidumbre de lo que pasará es la gran pregunta que nos hacemos cada día, y para los adolescentes, a quienes ya de por sí les cuesta saber qué camino seguir y a qué dedicarse, este libro es una guía estupenda para descubrir cuál es su propósito en la vida. Esto es algo que, creo, que incluso muchos adultos todavía no sabemos, por tanto, es complejo, y, en consecuencia, es lógico sufrir estrés o angustia frente decisiones o cuestiones como estas. A través del viaje del joven protagonista los lectores aprenderán a potenciar sus talentos y a descubrir su camino en la vida.
 
Estoy segura de que, si yo no hubiera tenido un padre, como el que tengo, lector, y con creencias que pueden parecer de manual de autoayuda, pero que en realidad son lecciones de vida, quizás nunca me hubiera atrevido a abrir una agencia y lanzarme con este proyecto. Él seguro que sería un lector y que recomendaría EL PEQUEÑO IKIGAI para compartir ideas que parecen fáciles de aplicar, pero son muy difíciles de ejecutar. Yo tengo la suerte de que él siempre me ha acompañado, y ha sabido cómo hacerlo, pero para los que no tenemos ese don, un libro como este es un pequeño tesoro, una brújula para un mundo que se nos ha puesto cuesta arriba, aunque si uno quiere llegar a la cima, lo consigue. Las claves se encuentran en este libro. con una edición preciosa, publicado por Destino en español y Fan Books en catalán.

El carácter de las personas es una de nuestras marcas, sin embargo, el carácter puede moldearse o cambiar. Yo he cambiado el mío. De adolescente era de carácter «chispa», como decía mi abuela, y enseguida alzaba la voz, pero muy poco después me arrepentía y pedía perdón por las maneras en las que me había comportado, no por lo que opinaba, ya que siempre he sido una persona de mojarme, de posicionarme, de defender lo que pienso, aunque no sea lo mismo que piensan los demás. Sin embargo, el tiempo me ha enseñado que es bueno tener convicciones, pero también es importante saber callar en determinados momentos. Y al leer el nuevo thriller, BAJO LA PIEL, de Susana Rodríguez Lezaun, autora de la trilogía SIN RETORNO, DEUDAS DEL FRÍO y TE VERÉ ESTA NOCHE que ha vendido más de 30.000 ejemplares, pensé que el personaje principal tenía ese carácter fuerte y sin concesiones, que algunos tildan de difícil o de persona con mala leche, y lo es, pero en el caso de Marcela Pieldelobo diría que es una persona de ideas fijas, claras y que no le importa no seguir las normas.

No es fácil tratar con Marcela Pieldelobo. Nacida en Biescas, un pequeño pueblo del Pirineo aragonés, es desde hace una década inspectora del Cuerpo Nacional de Policía en Pamplona. Una mujer excesiva en sus costumbres y afectos, y también en el original tatuaje que se enrosca en su cuerpo y que apenas nadie conoce. Está convencida de que las órdenes son susceptibles de interpretación, que hay cosas que es necesario guardarse para uno mismo y que las puertas cerradas pueden dejar de estarlo si se sabe cómo abrirlas. Aunque no tengas una orden judicial. En la novela el pasado, en forma de un padre maltratador, que reaparece tras la muerte de su madre, llama con furia a su puerta, pero Marcela tiene cosas más urgentes que atender, como el caso de un bebé abandonado en un aparcamiento solitario y un coche de alquiler siniestrado sin rastro del conductor, pero con manchas de sangre y huellas de rodadas… Cuando las pistas conducen a una conocida empresa propiedad de una de las más tradicionales e influyentes familias locales, sus superiores deciden apartarla del caso… Pero Marcela, fiel a sus principios y a su instinto, insiste en ir más allá, aun a costa, ahora, de su propia vida.

Un thriller trepidante, excepcional, que no va a decepcionar a los amantes del género, pero que además gustará a todos aquellos lectores a los que una historia bien escrita, con misterio y escenas escalofriantes les engancha. Harper Collins sigue apostando por una autora que cada vez tiene más lectores, sus obras han sido ya traducidas al italiano y al portugués, además de tener un contrato de opción para los derechos de televisión de una trilogía que después de siete años de vida no para de vender. ¿Te la vas a perder?

En el 2020 el mundo se paró y con él nuestras vidas. No está siendo fácil, pero para algunos la pandemia les hizo crear un parón nuevo a esa vida ajetreada en la cual solo había prisas, reuniones y poco tiempo. Esa parada obligada, a muchos, y me incluyo, nos ha hecho reflexionar aquello que todos ya sabemos de sobras, pero que no aplicamos si no es por obligación.
 
Hace miles de años el ser humano estaba conectado de forma armónica con los ciclos naturales de la vida. Ese vínculo con los ritmos de la naturaleza procuraba a nuestros antepasados salud, energía y bienestar emocional. En la actualidad también vivimos pendientes del tiempo, pero nos hemos desconectado de su cadencia original y ya no prestamos atención a nuestros relojes internos responsables del apetito, del sueño, de la energía o de la fatiga que sentimos a lo largo del día, lo que se traduce en problemas cardiovasculares, enfermedades metabólicas como la diabetes o la obesidad, trastornos psíquicos y, en los casos más graves, una mayor incidencia de ciertos tipos de cáncer.
 
Ahora los doctores Eduard y Carla Estivill nos presentan EL MÉTODO TOKEI, publicado por Plaza & Janés. Basado en la cronobiología, este método desarrollado es un entrenamiento en toda regla para aprender a escuchar a nuestro cuerpo y reconectar con sus ritmos. Gracias a sus consejos sencillos y prácticos, al alcance de todo el mundo, lograremos sincronizar nuestro Tokei o reloj interior para gozar de una vida plena de optimismo y salud. Eduard Estivill con su método DUERMETE NIÑO vendió más de tres millones de ejemplares en todo el mundo y vuelve con otro método dónde nos anima a reconectar con nosotros mismos siguiendo un plan claro y natural. En un año que nos hemos dado cuenta, más que nunca, que la salud es lo más importante, este libro práctico y totalmente accesible, nos dará un método para poder mantenernos en plena forma, y evitar enfermedades evitables, con solo escuchar las señales de nuestro reloj interior. Una herramienta imprescindible para vivir más y mejor. 

La famosa frase: “cualquier tiempo pasado fue mejor” antes me sonaba a algo que solo decían los mayores, y debo asumir que ahora lo pienso cada día más. Te haces mayor, la entiendes y no te queda otra que asimilarla. Sin embargo, quiero ser optimista y pensar que todavía nos quedan muchas cosas buenas por vivir, pero es verdad que el paso del tiempo te va dejando huella, y recuerdos, muchos recuerdos, que se acumulan en esa pequeña caja llamada corazón, y a medida que pasa el tiempo me da la sensación de que la caja se va quedando pequeña por acumulación.

Además, con la edad, nadie te maquilla la realidad y te das cuenta de las ausencias, de los silencios, de los que todavía están, y de los que no. Sin querer, la mente me transporta a ese pasado donde todo parecía perfecto. Igual que les pasa a las protagonistas de la novela EL BALL DELS ESTUDIANTS, de Anna Crusafont publicada por Univers, que después de años sin verse, cuatro amigas se reencuentran para celebrar el aniversario de ese baile al que asistían juntas cada año. Ninguna de las cuatro amigas es lo que era, han crecido, han vivido y la vida las ha conducido a cada una por su camino, quizás no el que querían o lo que habían soñado cuando eran niñas. Una novela de amistad y de tomar consciencia de que la vida es quien marca la banda sonora de nuestros días.

Anna Crusafont, que con su primera novela Isola Bella ya consiguió ser traducida a tres idiomas, ahora vuelve con una nueva historia costumbrista, de pluma excelente, pero para todos los públicos, y con un tema que enamorara a todos los nostálgicos, que en definitiva somos la mayoría, porque esa cajita de recuerdos la tenemos todos y, de una manera u otra, la llenamos de esos instantes que no queremos olvidar y que se nos quedan grabados para siempre.